Howard Zinn y la otra historia
Columna Semanal de Amy Goodman, presentadora de Democracy Now!
Publicado el 3 de Febrero, 2010
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Howard Zinn, el legendario historiador, escritor y activista estadounidense falleció la semana pasada a los 87 años. Su obra más famosa es ³La otra historia de Estados Unidos². Zinn fue entrevistado por Democracy Now en mayo del año pasado y habló sobre su libro: ³La idea de ŒLa otra historia¹ es ir más allá de lo que aprendí en la escuela o de lo que la mayoría de la gente aprendió en la escuela, y esa es la historia a través de los ojos de los presidentes y generales en las batallas libradas en la Guerra Civil. Y nosotros queremos las voces de la gente, de la gente común y corriente, rebeldes, disidentes, mujeres, negros, asiático-estadounidenses, inmigrantes, socialistas y anarquistas y los agitadores de todo tipo².
Es pertinente escribir sobre la vida de Howard Zinn justo cuando comienza el llamado ³Mes de la Historia Negra². A pesar de que era blanco, Zinn escribió en forma elocuente sobre la lucha por los derechos civiles y también formó parte de ese movimiento. Hace cincuenta años, el 1° de febrero de 1960, cuatro estudiantes negros ingresaron en la tienda F.W. Woolworth de Greensboro, Carolina del Norte, y se sentaron en el mostrador que era ³solo para blancos². Se les negó el servicio, y regresaron día tras día. Cada día se les sumaban más personas. El movimiento contra la segregación en restaurantes se extendió a otras ciudades del Sur. En julio, el mostrador de Greensboro Woolworth estaba desegregado. Esta semana, se inauguró el Centro y Museo Internacional por los Derechos Civiles en el lugar donde se registró la protesta original.
En el momento de las protestas, Howard Zinn era profesor del Spelman College, una universidad históricamente de mujeres negras en Atlanta. Me contó por qué, luego de siete años de enseñar allí, fue despedido: ³Durante las protestas, las estudiantes del Spelman College se alzaron, apartándose de ese ambiente tranquilo y controlado de la universidad. Fueron a la ciudad, fueron arrestadas y regresaron motivadas y decididas a cambiar las condiciones de su vida en la universidad que eran muy, pero muy anticuadas. Vivían en una especie de convento. Entonces se rebelaron contra la administración, las apoyé en su rebelión, y eso fue demasiado para la administración de la universidad.²
Zinn escribió en el epílogo de ŒLa otra historia¹: ³Recién cuando entré al cuerpo docente del Spelman College fueŠque comencé a leer a historiadores afroestadounidenses que nunca habían aparecido en mi lista de lecturas en la enseñanza secundaria. En ninguna etapa de mi formación en historia había aprendido acerca de las masacres de los negros, que sucedieron una y otra vez a lo largo de la historia estadounidense, en medio del silencio de un gobierno nacional comprometido por la Constitución a proteger la igualdad de derechos para todos².
La escritora ganadora del Premio Pulitzer y autora de ³El color púrpura², Alice Walker, fue alumna de Zinn en Spelman. Dijo que Howard Zinn fue uno de sus profesores más divertidos. Recordó por qué había sido expulsado de Spelman hace décadas ³Lo expulsaron porque nos amaba, y nos mostraba ese amor simplemente al estar con nosotros. Amaba a sus alumnos. No veía por qué debíamos ser ciudadanos de segunda clase. No veía por qué no podíamos comer donde queríamos y dormir donde queríamos, ni estar con la gente que queríamos estar. Entonces el estaba con nosotros².
Hace algunos años, Zinn fue invitado a Spelman para dar el discurso de la ceremonia de graduación de ese año y recibir un título honorario.
El reconocido lingüista y disidente político Noam Chomsky, era un viejo amigo de Zinn: ³La frase de él que siempre resuena en mi cabeza es su admiración y su estudio detallado de lo que denominó Œlas innumerables pequeñas acciones de gente desconocida¹ que provocaron esos grandes momentos que forman parte del registro histórico, un registro que simplemente no se puede comenzar a entender a menos que se tengan en cuenta esas innumerables pequeñas acciones. Y él no solo escribió acerca de ellas en forma elocuente, sino que además participó en ellas².
Howard Zinn editó, junto con Anthony Arnove, el libro ³Las voces de la otra historia de Estados Unidos², que recopila discursos, cartas y otros materiales originales de esos ³desconocidos² que formaron este país. A partir del libro se hizo un documental con la participación de celebridades, que se estrenó en el History Channel apenas semanas antes de la muerte de Zinn. Matt Damon, el productor ejecutivo, le dio una gran difusión popular a ŒLa otra historia¹ en la famosa película ŒEn busca del destino¹ (Good Will Hunting, en inglés), cuando su personaje, Will, le recomienda el libro a su psiquiatra. Matt Damon fue vecino de Zinn en Newton, Massachusetts, y lo conocía desde los 10 años.
En mayo del año pasado, cuando entrevisté a Zinn, reflexionó sobre los primeros meses de gestión de Barack Obama: ³Ojalá el Presidente Obama escuchara con atención a Martin Luther King. Estoy seguro de que le rinde homenaje verbal, como hace todo el mundo, a Martin Luther King, pero debería pensar antes de enviar misiles a Pakistán, antes de acordar este enorme presupuesto militar, antes de enviar soldados a Afganistán. Debería preguntarse: Œ¿Qué haría Martin Luther King? ¿Qué diría Martin Luther King de esto?¹ Y si escuchara a King, sería un presidente diferente del que está resultando ser hasta ahora. Creo que debemos hacer que Obama mantenga su promesa de ser diferente y osado, y producir un cambio. Hasta ahora no ha cumplido esa promesa². Howard Zinn, 1922 2010, te extrañaremos.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2009 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
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