En Holanda, las autoridades de la Iglesia Católica anunciaron este martes que se abrirá una investigación independiente sobre los abusos sexuales de s
En Holanda, las autoridades de la Iglesia Católica anunciaron este martes que se abrirá una investigación independiente sobre los abusos sexuales de sacerdotes a menores.
RADIO NEDERLAND
Desde La Haya se han oído también llamados a una investigación parlamentaria. ¿Cómo han enfrentado otros países este problema?
Solo la semana pasada se recibieron más de 200 denuncias. Tal como sucedió en Estados Unidos e Irlanda, parece que ya no será suficiente con estudiar cada caso por separado. Lo que se requiere es una explicación general: ¿Cómo pudo suceder esto en la Iglesia Católica?
Hay algunos puntos en común con los escándalos en Estados Unidos e Irlanda. Aquí también se trata de abusos cometidos hace decenios, nunca antes denunciados. Y tal como sucedió en esos dos países, en Holanda la reacción de la iglesia se convirtió en parte del problema. Casi siempre el asunto se resolvió con una reprimenda o el traslado del sacerdote involucrado, nada más.
Según el presidente de la Conferencia Episcopal Holandesa, obispo Ad van Luyn, la petición por parte del clero de una investigación independiente es la mejor manera de mostrar que los tiempos han cambiado. Hoy las autoridades eclesiásticas condenan de manera “clara, precisa y para siempre” cualquier forma de abuso.
Informe John Jay
Al parecer, en su declaración el obispo Van Luyn tuvo en mente el informe estadounidense John Jay, publicado en 2004, dos años después que las revelaciones publicadas por el diario Boston Globe desatara una verdadera tormenta nacional en torno a los abusos cometidos por frailes.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos pidió al John Jay College of Criminal Justice, de Nueva York, una investigación profunda. De los 7700 casos denunciados se comprobaron 6700. Solo el 2 por ciento de los culpables fue a dar a la cárcel.
El Informe John Jay es todavía el documento central en el manejo del escándalo en Estados Unidos. Solo en 2007 la iglesia pagó 615 millones de dólares en compensaciones. Las víctimas podían apelar al derecho canónico, que a diferencia del civil no incluye la prescripción de este tipo de delitos.
Dos jueces
El parlamentario holandés del PS, Harry van Bommel, hizo público su parecer a través de Twitter: “Como político y como católico” Van Bommel quiere que los errores del derecho canónico sean objeto de una investigación parlamentaria. Para ello hay también un antecedente: Irlanda.
En fecha tan temprana como mayo de 2000, el gobierno irlandés nombró una comisión para investigar los abusos de menores en instituciones dirigidas por la Iglesia Católica. La comisión, presidida por el juez Séan Ryan, entregó su informe el año pasado y la conclusión fue que los malos tratos y abusos eran la regla, no la excepción.
Casi al mismo tiempo, la juez Yvonne Murphy dio a conocer conclusiones paralelas sobre el arzobispado de Dublín, tan chocantes como las otras. Estas investigaciones han dado como resultado, hasta ahora, la renuncia de 4 destacados obispos irlandeses.
Los métodos irlandés y estadounidense
La desventaja del modelo irlandés es que toma largo tiempo. Requiere de una decisión gubernamental previa y la comisión debe contar con un mandato formal. Solo entonces puede iniciar sus labores de investigación.
Por otra parte, mientras el 97 por ciento de los arzobispados de Estados Unidos colaboró con el Informe John Jay, la comisión irlandesa se encontró a menudo con puertas cerradas. En muchas de las escuelas, internados y otras instituciones que fueron investigadas, se había echado tierra sobre los casos de abusos de menores.
¿Cuánto se puede esperar?
Los irlandeses tuvieron que esperar nueve años para conocer las conclusiones de la comisión encabezada por el juez Ryan. En Holanda, esperar tanto sería en extremo doloroso para aquellas personas que después de decenios de silencio se atrevieron a contar su tragedia a Radio Nederland Wereldomroep , el diario NRC Handelsblad o la organización católica Ayuda y Derecho.
De cualquier modo, la situación holandesa se parece más a la irlandesa que a la estadounidense. Aquí se trata también de instituciones cerradas. Para obligar a esas instancias a revelar sus secretos se necesita un fuerte mandato. El poder político puede otorgar ese mandato. En el caso del obispo Van Luyn, lo que cuenta son sus buenas intenciones.
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